Correr por Ayotzinapa

Antonio Tizapa es un mexicano que lleva viviendo en Estados Unidos 18 años. Como muchos paisanos, Antonio fue en búsqueda de oportunidad de trabajo para poder enviar dinero a su familia. Es originario de Tixtla, Guerrero, municipio en el que se encuentra la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, y, uno de sus hijos: Jorge Antonio, estaba estudiando el primer año en la normal cuando fue víctima de desaparición forzada junto con otros 42 jóvenes estudiantes por parte de la policía municipal. Por su estatus migratorio, Antonio, no pudo regresar a México a apoyar a su familia y a los demás padres en la búsqueda por su hijo, pero en lugar de quedarse de brazos cruzados, ha emprendido una campaña por su cuenta para hacer visible el caso de forma internacional.

Antonio reside en la ciudad de Nueva York y cuando no está trabajando en plomería se dedica a coordinar "Running for Ayotzinapa": un grupo de deportistas y activistas que apoyan a Antonio en su campaña de propaganda en pro de la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas, que utilizan el deporte como medio de difusión. Este grupo participa en carreras y eventos deportivos portando camisetas con el emblema de la Normal de Ayotzinapa y el número 43, a la vez que transmiten por redes sociales los eventos deportivos en los que participan. A su vez, Running for Ayotzinapa acude al consulado mexicano exigiendo que se dé seguimiento y respuesta por parte de las autoridades sobre el caso en México, manifestándose el día 26 de cada mes. También participan en programas de radio, medios libres y acompañan protestas que involucran a México, como lo ha sido los temas migratorios en los EU, el gasolinazo, y la intervención en visitas de políticos mexicanos en aquel país.

Ya que en Nueva York se encuentran las oficinas centrales de la ONU, Antonio ha sido pieza clave en el enlace con organismos internacionales que han dado apoyo a la investigación independiente sobre el caso, y a la presión hacia las autoridades mexicanas para que cumplan con su deber; al mismo tiempo apoya la lucha de otras causas que han solicitado el soporte de los altos comisionados de la ONU, como ha sido las demandas de la Tribu Yaqui en Sonora.

A pesar de que ya han pasado 44 meses de la desaparición de su hijo, Antonio no se rinde, y sus compañeros de Running for Ayotzinapa lo acompañan en cada carrera y en cada actividad. Gracias a su constancia este grupo de deportistas ha crecido y se ha expandido a otras ciudades y otros países. En México, un grupo de activistas también apoya a Running for Ayotzinapa, se presentan en carreras locales portando las camisetas de esta agrupación. Tanto Antonio como los demás miembros de Running for Ayotzinapa hacen la invitación a todas las personas que simpatizan con la causa a apoyar las movilizaciones que coordinan los padres de familia y además acompañar las actividades deportivas desde su respectiva ciudad.

Por parte del Colectivo Acción y Resistencia y quienes escribimos en el Periódico Labor, extendemos dicha invitación y a quienes interese apoyar esta forma de lucha y difusión pueden ponerse en contacto con nosotros, o bien, directamente con Running for Ayotzinapa desde su página de facebook para conseguir camisetas y ayudar difundiendo desde sus eventos deportivos.