top of page

¿Qué hacer con tanto candidato y ninguna opción aceptable?

  • Quak
  • 6 dic 2017
  • 3 Min. de lectura

Para más información, consultar el artículo: A un año de las elecciones de 2018.


El pueblo, como en las clásicas “escondidas”, tiene ante sí a todos los que buscan “representarlo”, desde el ahora destapado José Antonio Meade por el PRI, que por primera vez abanderara a un candidato que no viene de sus filas, reformando en su pasado congreso su estatuto que mandataba que el candidato presidencial tenía que ser un priista que hubiera ganado un puesto de elección popular.


Por otro lado, está el híbrido que será la cara del autodenominado “Frente Ciudadano por México” donde el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano en su lucha por no perder más fuerza, han apostado la candidatura presidencial a su medianamente incongruente andar de los últimos años, en los que el progresismo de la izquierda electorera del PRD se alianza con el conservadurismo de la derecha panista, el matrimonio gay de frente contra los que anteponen los “valores familiares”. De este grupo los que se desgarran las vestiduras son Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y Miguel Ángel Mancera. El primero cómplice del engaño que representaron las reformas estructurales de Peña Nieto, Moreno Valle que persiguió y asesino a indígenas de la Sierra Norte del estado de Puebla, y por último el policía con doctorado Miguel Mancera que no ha sabido encausar a buen puerto las demandas de los damnificados por los sismos del pasado septiembre.



Es claro que en política, la guerra y el amor todo se vale, desde menospreciar a sus propios militantes y aspirantes a la grande, así como también olvidarse de sus principios y tradiciones.


También el dueño de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, este más bien digamos que nunca se escondió. Aunque existen los que pretenden participar en las internas del partido para obtener la candidatura como es Gerardo Fernández Noroña que propone una alianza PT-MORENA, que según él, cansado del andar antidemocrático del partido propone un debate fraterno con AMLO. Seguramente acabara declinando en su favor.


Ya en el juego habían salido los independientes, que de independientes no tienen absolutamente nada. Todos tienen una plataforma constante y consolidada de extracción de sus anteriores partidos. Una ex panista que tiene un marido expresidente, asesino, narco, enano, borracho y casi pelón. Otro un norteño, ex priista, berrinchudo que como el PRI nunca le dio la candidatura a gobernador de Nuevo León, cogió sus muñecas y se autocandidateo, ganando la gubernatura y convirtiéndose en el primer independiente en alcanzar el cargo de gobernador. Aunque esto no significo algo considerable. Fue pan con lo mismo, solo que ahora hay mucho caballos sobre un fondo de colores por todos los rincones del estado de Nuevo León, y ya no los clásicos escudos del PRI y del PAN.


Nos queda claro que no existe una opción en ningún partido que merezca el apoyo de la clase trabajadora mexicana, y sumado a que, en un escenario adverso el régimen tiende a aplicar el ya conocido fraude electoral, no nos queda dentro de los partidos, ni dentro de casi ninguno de los independientes, un referente para apoyarlo.


Hay una honrosa excepción, la indígena nahua, María de Jesús Patricio, “Marichuy” (de cariño). Su precandidatura es resultado de un proceso democrático de carácter asambleario donde el Congreso Nacional Indígena, con concejales en cada rincón del país donde existe población indígena, la eligieron para que fuera la portavoz de la rabia y la organización. Muchos hemos recibido este hecho con agrado y esperanza de aglutinar alrededor de esta figura, pero sobretodo entorno a un programa claro y preciso de lucha, los esfuerzos por la construcción de una sociedad justa, donde soñar no se castigue con cárcel o donde se sueñe a cambio de la vida. Un mundo donde quepan muchos mundos, como dicen los zapatistas.


Sin embargo hemos visto a lo largo de esta campaña que el espacio para generar un programa no se ha creado, y que ni siquiera por parte del CIG o del CNI existe una propuesta más allá de la organización. Por supuesto que nos queremos organizar, pero hace falta un contenido más de fondo, y también consideramos que hace falta el acercamiento con organizaciones sociales, centrales campesinas y sindicatos independientes, si es que queremos aprovechar el escenario electoral para ser visibles.


Para nosotros es indispensable una Asamblea Nacional de coordinación por el apoyo a Marichuy, donde sea eje rector, la redacción de un programa, un posicionamiento claro ante la embestida burguesa. Y donde además se generen los mecanismos necesarios para lograr el registro.


No nos asumimos como la vanguardia, pero desde nuestra posición exigimos respeto a todas las expresiones de organización y sobre todo que no olvidemos que el tiempo apremia, y lecciones ha habido muchas, es tiempo de que este proletariado tenga cabeza, y con estos fríos, hasta con pasamontañas.


 
 
 

Comments


bottom of page