Las condiciones laborales de la juventud y sindicalismo
- Stein
- 3 sept 2017
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Las actuales condiciones de vida de los trabajadores cada vez son más precarias, esto no es nada nuevo para nosotros, que salimos todos los días por la mañana –tarde y noche- a trabajar a un lugar en el cual pasamos muchísimo más tiempo que en nuestra propia casa y disfrutar un poco de tiempo con la familia, amistades y/o en su caso para organizarnos.

La pauperización de los salarios se ha ido acrecentando cada vez más desde la entrada del neoliberalismo en México a inicio de la década de los 80´s; A pesar de que ha existido oposición y resistencia por parte de los sectores organizados, como sindicatos y organizaciones sociales las diferentes reformas han sido aprobadas y puestas en marcha –en algunos casos solo se aplican a medias- estas son cada vez más agresivas contra los trabajadores del campo y la ciudad.
La aprobación de la reforma laboral en septiembre del 2012 al final del sexenio de Felipe Calderón fue un golpe más a la clase trabajadora, ya que con esta reforma se legalizaba la subcontratación -outsourcing- se da pie a la flexibilidad laboral y con ello el despido al trabajador sin responsabilidad para el patrón y la pérdida de prestaciones que fueron conquistas de generaciones pasadas de trabajadores combatientes.
¿Quiénes son los más afectados?
La clase trabajadora es la que ha perdido con la reforma laboral, pero el sector de la sociedad más afectado con dicha reforma es la juventud, los jóvenes nos encontramos en una época en la que si no hacemos algo para organizar y preparar la ofensiva, lo poco que pueda existir en cuanto a “beneficios” laborales se perderá.
La juventud en México representa poco más de la tercera parte del total de la población que es de aproximadamente 120 millones de habitantes. La marginación de la juventud empieza desde que se les es negado el acceso a la educación media superior y superior, pues vemos que año con año miles de jóvenes son rechazados de las instituciones públicas, a través de un examen de “admisión” que solo sirve como un filtro para decidir quiénes son los “privilegiados” que pueden estudiar -y quienes pronto engrosaran las filas del ejército laboral de reserva- siendo que todos debemos tener garantizado el acceso a la educación. La marginación escolar y laboral arroja el dato que, de 38.3 millones de jóvenes de 15 a 29 años el 20% pertenece a los mal llamados “ninis” –jóvenes que ni estudian ni trabajan-.

En el primer trimestre del 2016 de los 2.1 millones de desempleados el 41.5% eran jóvenes de 20 a 29 años. Los jóvenes que pertenecen a la Población Económicamente Activa –PEA- se encuentran ante un futuro incierto, ya que con la flexibilidad laboral y subcontratación no se les asegura un empleo formal con prestaciones, y mucho menos un salario digno que sea suficiente para garantizar las necesidades básicas y de recreación. Los empleos con los que se enfrenta la juventud son mal remunerados, no se cuentan con prestaciones –en el mejor de los casos solo se cuenta con seguro-, las jornadas laborales exceden las 8 horas que por ley deberían ser, y en muchos de los casos ya no se pagan las horas extras, ya que el nuevo modelo que implementa la patronal para hacerse de una mayor ganancia es la llamada “meritocracia” que solo fomenta individualismo y eleva métricas de “evaluación” a los trabajadores para someterlos a competir entre ellos.
Sindicalización
La tasa de sindicalización en México y en otros países ha ido a la baja en los últimos años por diferentes circunstancias y características de cada país, en México el porcentaje de sindicalizados es de 8% respecto a la PEA. Ante la ausencia de sindicatos independientes y democráticos que puedan hacer frente a la explotación de los patrones, estos implementan diferentes formas de aprovechamiento para obtener mayores ganancias –principalmente en el sector de servicios que va en constante aumento-. Actualmente la patronal se beneficia de su trabajador en un esquema de pago: salario base-bono, el segundo es un pago condicionado con base en productividad –destajo en una nueva forma legalizada-.esta productividad está en dos formas, la primera es la comisión que conoce el empleado, la segunda la productividad en la cual se califica al trabajador con base en métricas las cuales se busca siempre mejorar, el empleado no es consciente de que entre más eleve sus métricas respecto a sus compañeros, el trabajo o la función que realiza dentro de su trabajo está siendo abaratada. El capital al no enfrentarse ante un sector organizado que defienda los intereses de los trabajadores buscara obtener siempre la mayor ventaja.
La organización como única alternativa
Algo que nos debe quedar claro es que los únicos que se benefician de la aplicación de estas reformas son los empresarios capitalistas, estos solo buscan la manera de cómo mejorar la explotación en beneficio de sus intereses de clase con el apoyo del Estado, el cual solo es el lacayo de la burguesía. Nosotros como trabajadores debemos saber que si somos nosotros quienes producimos, nuestra debería ser la riqueza producida, la cual nos es arrebatada por él patrón. Debemos entender que la organización es la única forma en que saldremos del atolladero en el que nos encontramos, porque es más fácil que podamos negociar ante la patronal en lo colectivo que en lo individual y ser conscientes de que no es solo una lucha económica, es una lucha política en la que debemos ser firmes para hacer frente y superar las contradicciones del sistema capitalista.
Por eso creemos que la juventud organizada debe empezar a instruirse como trabajadores conscientes y pasar a iniciar su lucha política en las fábricas. Debemos participar en los sindicatos aunque estos sean blancos, y debemos fomentar la creación de sindicatos independientes y democráticos para golpear juntos.
¡Rechazo total a la reforma laboral!
¡Por salarios dignos y contra la precarización laboral!
¡Por la creación de sindicatos independientes y democráticos!
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