El futbol y las elecciones
- Colaboración Externa
- 3 jul 2017
- 4 Min. de lectura
Normalmente procuro no abordar abiertamente temas como los arriba anotados, pues he comprobado que generalmente son debatidos como si fuera una religión… Pero…
¿Después del último partido y las últimas elecciones, habrá quien no sepa quién gana siempre en el futbol y en las elecciones?
Aclaro que al hacer esto público, acepto comentarios, críticas, aclaraciones o discrepancias. Ahí va:

Cuando hay un encuentro de futbol y alguno de mis conocidos de confianza me pregunta: ¿quién crees que gane? Le contesto: yo no creo, yo sé quién invariablemente siempre gana.
Siempre ganan los dueños de los equipos; porque los dueños de los equipos son también –generalmente- los dueños de los estadios, y son los dueños de las televisoras que transmiten los partidos y también de las empresas que fabrican los productos que anuncian en la tele cuando hay partido, entre muchas otras cosas.
Los que ganan siempre, son también dueños de los jugadores, a ellos, los compran y los venden como si fueran productos. Me consta que también son dueños de la conciencia de los fanáticos, porras, inchas, y que algunos de éstos, son capaces de llegar a la violencia física en defensa del nombre y los colores de sus equipos.
También marchan y se concentran con banderas para festejar sus victorias futbolísticas; se visten ellos, sus familias y hasta sus hijos menores con ropa con las insignias, colores y escudos, incluida la propaganda de empresas telefónicas o cerveceras entre otras.
En realidad veo que no importa el nombre, los colores o la nacionalidad de los equipos, (ahora ya es mundial, se ha globalizado el futbol) los ganadores siempre son los mismos. Tampoco importa si ganan pierden o empatan en el encuentro futbolero. Lo que importa es el negocio y la ganancia económica, y esa nunca falla ni ha fallado, ni fallará a los verdaderos ganadores, (aparte del control social e ideológico de las grandes masas) mientras las cosas sigan igual que hasta ahora.
Y en las elecciones, ¿Quién gana?
Los mismos de siempre: Los dueños del poder económico, político y mediático. “Ganaron” en el 88; “ganaron” en el 2006, “ganaron” en el Estado de México, y seguirán “ganando” mientras las cosas sigan igual y ellos y sus empleados serviles sigan controlando las “instituciones de estado”.
Los dueños del poder económico, político y social, (a través del control mediático), son dueños del país; también son dueños de la presidencia de la república, de los senadores, de los diputados, gobernadores, alcaldes, magistrados y jueces y son dueños de todas las “instituciones”. Son dueños de los “partidos políticos” y de los personajes que conforman sus dirigencias, de sus declaraciones de principios, de sus estatutos y sus programas de acción (los controlan por medio de las “prerrogativas, pues muchísimos viven de ellas). Y son patrones de todos los que le sirven al sistema, desde el más alto cargo hasta el más mísero puesto burocrático, aunque hay muchísimos que sirven al sistema sin tener conciencia de ello.
Pero analicemos las “elecciones”, pongamos por ejemplo alguna “elección” de las vividas: En alguna elección el partido “F” puede llevarse más del 50% de los votos, pero si a los dueños del poder les interesa que se quede el partido “P”, Los dueños del poder, por medio de sus siervos (funcionarios del sistema) argumentan que “se cayó el sistema” y le dan el triunfo al partido “P” y nada de lo que hagan los partidos, sus afiliados, militantes o simpatizantes cambiará la decisión.
Si en otra elección "gana" el partido "A" basta con que el instituto electoral declare que el partido “P” “ganó” con el 0.56% por encima del partido “A”; los simpatizantes de este, pueden hacer marchas, protestas o un plantón de 3 meses en alguna vialidad principal, el caso puede llegar a los tribunales y estos declararan al final, que ganó el partido “P ”. Que en la “democracia” se gana y se pierde hasta con un voto de diferencia. Y así es cualquier elección nacional o estatal.
Los dueños del poder utilizan todos los medios posibles de fraude: Terrorismo de estado, asesinatos, desapariciones de personas, persecución y represión, compra del voto, reparto de dinero, amenazas, intimidación, enajenación a través de los medios masivos de difusión, y decenas de formas más, y al final simplemente declaran ganador a alguno de sus súbditos. En ambos casos y en todas las elecciones, aún en las que le otorgan el “triunfo” a la “oposición” o a algún “independiente” ganan siempre, los dueños del poder.
Sí, si algo cambia, es para que todo siga igual. El mal es el sistema y de él son parte gobiernos, partidos, instituciones, etc.
Por lo anterior, para mí, ni los partidos ni las elecciones son alternativa de solución a la hecatombe que vive México. Al contrario, solo sirven para perpetuar al sistema: "quítate tú para ponerme yo".
¿Qué hacer? Como el “sistema” que nos domina existe porque nosotros lo alimentamos, hay que organizarse para dejar de alimentar a ese sistema. Cada quien según su realidad, su tiempo y su lugar. Organizarse de dos en dos, de familia en familia, de cuadra por cuadra, de calle por calle, de colonia en colonia. ¿El objetivo? Dejar de alimentar al sistema y comenzar a construir nuestra propia realidad.
Miguel Ángel Salazar
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