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Otro fraude electoral ¿Por qué nos sorprende?

  • El Súper
  • 6 jun 2017
  • 3 Min. de lectura


Durante la jornada electoral del pasado 4 de junio se generó una gran expectativa en el país, pues se disputaron políticamente diferentes entidades, incluyendo varios municipios. La entidad que captó más atención fue sin duda el Estado de México, pues parecía que por primera vez desde que el PRI existe, perdería la gubernatura de este Estado. Estas expectativas no eran gratuitas, pues el PRI, al igual que el PAN, sufren de una crisis sumamente grave, a diferencia de Morena, que desde su reciente creación ha generado mucha más simpatía; en especial con la clase burguesa nacional.


Aunque en el Periódico Labor no descartábamos la pequeña posibilidad de que Morena pudiera salir triunfante de esta contienda electoral, las viejas prácticas de fraude ya se hacían esperar. Después de todo, es precisamente por la gran crisis que pasa el PRI que no iba a permitir que su más importante zona clientelar les fuera arrebatada. Y es que la maquinaria clientelar del PRI se ha mantenido a pesar de todo - como se hizo constar con las numerosas denuncias de acarreos, compras de votos, robos de urnas, y hasta modificación electrónica de los datos -, y aunque muchos empresarios le han dado la espalda, el PRI sigue siendo una gran mafia y sigue siendo además la primera fuerza política en el país, la cual representa aún a un fuerte sector de la clase empresarial mexicana y extranjera, y este sector ve a AMLO y a Morena como un verdadero peligro para sus intereses (a pesar de declaraciones en las que AMLO les ofrece una amnistía).


El escenario postelectoral parece representar un respiro tanto para la burguesía como para el gobierno federal y estatal, pues apenas el Presidente del Banco de México, Agustín Carstens anunció un inminente aumento de precios, lo cual nos hace recordar las reuniones que mantuvo el gobierno con la COPARMEX y el Consejo Coordinador Empresarial, en donde les pedían que mantuvieran los precios ante el aumento en las gasolinas. También se acaba de anunciar un aumento en el precio del Tren Suburbano, el cual conecta directamente al Estado de México con la Ciudad de México.


Como mencionamos en un análisis previo, consideramos que las bases militantes de Morena deben de ser capaces de rebasar a su tibia dirección, pues hasta estas fechas, ni a AMLO ni a Delfina se les ve intenciones de impugnar las elecciones fuera de los tribunales y de las instancias institucionales. Si no son capaces de ello, el fraude estará consumado y tendrán que conformarse con prepararse para las elecciones presidenciales de 2018, y si las cosas siguen como están en Morena, se avecinará otro fraude igual al de 2006, 2012 y el de este año, sin haber aprendido ninguna lección.


Desde el Colectivo Acción y Resistencia tenemos numerosas críticas hacia Morena, y en general a los partidos que se hacen llamar de izquierda pero que no representan los intereses de la clase trabajadora, por lo que desde nuestra humilde trinchera siempre hemos hecho el llamado a una organización independiente. Sin embargo reconocemos la honestidad y la entrega con nuestros intereses de clase que tienen muchos militantes de Morena. Es por eso que hacemos el llamado a las bases a que, si insisten en militar dentro de ese partido, tomen acciones que les permitan llevar la batuta, en lugar de subordinarse a su dirección, la cual ha mostrado cada vez más su afinidad con la clase dominante.


Consideramos que ya es tiempo de aprender del pasado y de dejar de lado las tácticas institucionales, que no han servido más que para que la llamada “izquierda electoral” aprenda a alinearse con el sistema capitalista y con los intereses de la burguesía, y creemos que, al contrario, es el momento de implementar tácticas que refuercen la organización de los trabajadores y que reten al poder político de la clase empresarial. Somos millones los que estamos hartos de los malos gobiernos y los fraudes, pero eso no se acabará hasta que las clases explotadas aprendamos a tomar el destino en nuestras propias manos. Es por eso que Morena tiene dos caminos, el de representar una vanguardia que ayude a la clase obrera mexicana a luchar por sus intereses, o ser una oposición pasiva (por no decir pasguata) del montón. Después de todo, la izquierda independiente está encontrando en el Congreso Nacional Indígena una alternativa de organización, y si Morena decepciona una vez más a sus bases, puede que éstas encuentren una mejor orientación con el CNI-EZLN, quienes tienen muchas experiencias de organización que compartir y de las cuales podemos aprender.


 
 
 

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